¡Bienvenidos a nuestra nueva sección de Dharma en Español! Aquí en Tricycle reconocemos la importancia de seguir ofreciendo el dharma a los practicantes de una amplia gama de comunidades, y dado el creciente interés en el dharma en español, hemos puesto en marcha una nueva iniciativa para ofrecer enseñanzas originales y traducidas. Profesores de habla hispana de Latinoamérica y Europa han contribuido generosamente con charlas de dharma y prácticas que publicaremos en nuestra página web y en la revista, así como con artículos seleccionados de nuestra Sección de Enseñanzas. Esperamos que estos artículos cuidadosamente seleccionados les inspiren, desafíen y apoyen, y que también animen a todos aquellos que buscan la liberación a recorrer el camino de la práctica.
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Welcome to our new Dharma in Spanish section! Here at Tricycle we recognize the importance of continuing to make the dharma available to practitioners across a wide range of communities, and given the increased interest in Spanish dharma, we’ve started a new initiative to offer ongoing original and translated teachings. Spanish speaking teachers from both Latin America and Europe have generously contributed dharma talks and practice pieces that we’ll be publishing in our website and print magazine, as well as selected pieces from our Teachings section. It’s our hope that these carefully curated offerings will inspire, challenge, and support you and encourage all those seeking liberation to walk the path of practice.
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No se puede simplemente dictar al corazón. La bondad amorosa, la buena voluntad, la compasión, surgen naturalmente de nuestra práctica de meditación, pero sentir compasión no es el final del camino. El siguiente paso es el amor en acción.
El poder desarmante de metta y karuna es esta interacción de respuestas apropiadas que nos llevan hacia adelante. Esta gran medicina del corazón y la conciencia tienen la capacidad y el poder de nutrir tu vida interior, creando pertenencia como ninguna otra cosa, revelando más de nuestra humanidad, más de nuestra bondad. Y a medida que profundizamos en la naturaleza no egoísta del interser, que conduce a la liberación segura del corazón, es esa transformación interior y exterior cimentada en el poder de nuestra práctica del dharma y la conciencia la que pueden conducir al amor en acción. En última instancia, es saber que el amor libera. Quizá con este tipo de compromiso con el mundo podamos lograr un cambio colectivo.
Con nuestra práctica firmemente arraigada en el noble óctuple sendero y encarnando metta y karuna, hay muchas formas de expresar el amor en acción en el día a día: tendiendo la mano a amigos y familiares para apoyarles, buscando apoyo y votando. Es empezar el día con la intención de darnos cuenta de las proyecciones que tenemos de los demás. Es familiarizarnos con nuestros hábitos, patrones y condicionamientos para poder desarraigarlos. Es servir a la comunidad de diversas maneras, ya sea con acciones directas, haciendo llamadas, escribiendo cartas o extendiendo cheques. Es empezar donde estás con lo que tienes.
Sentir compasión no es el final del camino. El siguiente paso es el amor en acción.
Uno de mis recuerdos favoritos de la infancia es el de mi abuelo, que era diácono en una iglesia. Él daba lo que se llamaba el informe sobre los enfermos y los encerrados, como lo llamaban en aquella época. Empezaba así: “Nuestros hermanos y hermanas están encerrados, pero no serán excluidos de nuestros corazones”. Este programa de la iglesia que él dirigía se llamaba El Buen Samaritano, y los Buenos Samaritanos eran aquellas personas que servían a los enfermos, a los necesitados, sin recursos, sin comida, sin dinero, que ya no podían venir a la iglesia por su avanzada edad o porque vivían en una residencia de ancianos. Algunos estaban de duelo y luto, otros encarcelados. Había un equipo de la comunidad que atendía directamente a estas personas, les llevaba comida, limpiaba las casas, cuidaba los jardines y las propiedades, rezaba por ellos, les cantaba, hablaba con ellos, para que siempre formaran parte de la comunidad y tuvieran recursos y contactos.
Se leían sus nombres y todas las manos de la iglesia se unían, tocándose en esta irradiación simbólica de buena voluntad y bondad, dejándose tocar por la desgracia y el sufrimiento de los demás. Mi abuelo siempre decía que su papel en el ministerio era conocerlos y abrazarlos de corazón a corazón.
Años después de la muerte de mi abuelo, recibí algunas de sus notas, y una de ellas decía: “Un día, seguramente moriré, y moriré habiendo conocido una buena vida y habiendo atendido a mi corazón, pero aún podría amar más. Y sobre todo amaría más a los demás. Y dejaría que este amor se expresara como una preocupación por mis vecinos, mis amigos y todas las personas con las que entro en contacto a través del teléfono y de mis cartas a los presos. Dejaría que este amor me impregnara, me superara, me abrumara y luego me dirigiera al atender a la comunidad”.
Eso es amor en acción.
Hay muchas formas de expresar el amor en acción, y empiezan por la atención plena. Empiezan con la conciencia. Empiezan con nuestra capacidad de tocar nuestro sufrimiento y el sufrimiento de los demás. Empiezan con el deseo sincero: Que todos los seres—incluidos nosotros—sean felices y estén libres de sufrimiento. Que todos los seres sean felices y estén en paz. Que estén seguros y protegidos. Que vivan con tranquilidad y bienestar. Y que todos los seres despierten y sean libres.
Practica
Te invito a acomodarte lo mejor que puedas en la postura en la que te encuentres. Siéntate en un cojín o en una silla, relaja la mandíbula, baja los hombros y respira hondo un par de veces. Te invito a que entres en quietud, cerrando los ojos si te sientes cómodo, y cuando estés listo, respira lenta y profundamente un par de veces, dejando que la respiración te enraíce, llegando aquí y ahora.
Piensa en alguien de tu vida que tenga dificultades, alguien que te importe. Aún conectado con la respiración y el cuerpo, tómate un momento para percibir la naturaleza de su dificultad y cómo podría ser para él. Mira si puedes ver el mundo con los ojos de esa persona, sentir con su corazón; mira si puedes hacerte una idea de cómo se siente desde dentro, cómo es vivir en sus circunstancias. Manteniéndote conectado con la respiración y el cuerpo, pregúntate: ¿Qué es lo más difícil para esta persona? ¿Qué es lo más decepcionante? ¿Qué es lo que más le duele o le asusta? ¿Cuál es la situación más difícil que vive esta persona?
Aún conectado con la respiración y el cuerpo, siente y percibe por debajo las palabras que surgen desde el punto de vista de esa persona. ¿Cuál es la creencia: que nunca conseguiré lo que quiero? ¿Que estoy fracasando? ¿Que de alguna manera no me quieren? ¿Cómo siente esta persona esa experiencia en su corazón? Desde dentro hacia fuera, puedes tener una idea de lo que, en este lugar de vulnerabilidad, más necesita o quiere.
Hay muchas formas de expresar el amor en acción, y empiezan por la atención plena.
Ahora vuelve a tu propia presencia, pero aún percibiendo que puedes sentir a esta persona dentro de ti mientras inspiras y espiras, contactando con esa vulnerabilidad. Con la espiración, mira si puedes ofrecer un poco de lo que necesita. Tal vez esa persona necesita que la cuiden, o desea que la comprendan. Mira a ver si puedes inspirar su dolor y, al espirar, ofrécele tu presencia y tu ternura. Ofrécele tus cuidados. “Que te acojan los brazos de la compasión. Que estés libre de dolor. Que estés bien”. O simplemente ofrece: “Lo siento y te quiero”.
Siente en tu corazón esta vulnerabilidad y percibe la posibilidad de ampliar tu conciencia para incluir a todos los que puedan estar sufriendo de la misma manera, a todos los que puedan estar experimentando el mismo rechazo, los mismos sentimientos de decepción o fracaso. Inspira por todos los que sufren y déjate tocar por su vulnerabilidad actual. Exhala, dejando que el latido del corazón transforme su dolor: “Que todos los seres estén libres de sufrimiento. Que todos los seres estén libres de dolor y tristeza. Que todos los seres estén bien. Que todos los seres estén en paz”.
Siente el espacio del corazón, reconoce la conciencia y lo que sea que se esté moviendo a través de ti en este momento—ya sea ternura o cansancio, felicidad o tristeza—sólo deja que esos sentimientos surjan y pasen como olas que se despliegan en este corazón tan tierno y abierto. Entonces, cuando estés preparado, podrás abrir los ojos.
Que estés feliz y en paz. Que estés seguro y protegido. Que vivas con tranquilidad y bienestar. Y que todos podamos despertar y ser libres.
Adaptado de Metta y Karuna: Dos prácticas del corazón para cultivar en la meditación y en la vida diaria, una serie de charlas sobre el dharma grabadas para Tricycle en diciembre de 2022. Visita tricycle.org/dharmatalks para ver la enseñanza completa.
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This article previously appeared on Tricycle as Love in Action.